-ico, -ar.

|
Entrópico, abunda en mi mente ese inmenso excedente de cosas en las que no debería pensar.

Caótico, resuena la pieza que critica lo que no debí haber hecho, no deja de gritar.

Delírico, mi mente se ha hecho un nudo que intenta en vano todos los putos recuerdos borrar.

Quimérico, confudí un presagio hecho de nada con una realidad que me es imposible aceptar.

Saltando entre trastes del diapasón

|
Susurros tras los sonidos,
de lo que el oído escucha,
que mienten, que hieren, que insultan.
¿La razón? Absurda.

Estereotipos que encierran
ausencias (inseguridades).
Personas, frases, apariencias (todas vacías).
Falta de identidades.

Impotencia ante la abundancia
de ilógicos pensamientos.
¡Disparates y prejuicios!
Ideas sin fundamento.

Que de negro se convoca a Leviatán,
que sin tacones pierdo credibilidad,
de rosado soy superficial
y una inútil si no sé cocinar.

La estupidez en cabezas rubias,
y se es demente si se pregona la música,
un inculto con clavos y martillo,
y con enagua corta prostituta.

Un cerebrito con lentes y frenillos,
un idealista aquel que busca un cambio,
oportunista el que se atreve.
¡Burdos engaños!

Se critica, se atribuye, se adjetiva,
se marca, se contamina,
y se viste de mierda a la tropa,
con palabras de simulados sofistas.

¿Y es usted más? ¿Y seré yo menos?
Si usted tiene corbata y yo visto mis remiendos.
¿Y es usted más y yo menos?
Si tiene usted un libro bajo el brazo y yo no sé leerlo.
¿Será realmente usted más y yo menos?
Si mi piel es ceniza y la suya nívea.
No creo que usted sea más y yo sea menos,
si su acento es sofisticado y el mío marcado.

¿Cabrá en alguna mente limitar a epítetos a una persona?
¿Podrá comprar alguien con palabras su gloria?
¿Se podrá tachar un quiero y escribir un puedo?
¡Yo también quisiera saberlo!

¿Comprenderán los que se esconden siendo titiriteros?
Que no somos marionetas, ¡Tenemos cerebro!
¿Sabrán la forma de tomar la esencia de lo que es nuevo?
¡Yo también quisiera saberlo!

¿Será que les gusta nadar en ese mar,
el ecuánime, el monótono,
donde lo diferente es ofensa y lo revolucionario delito,
a ustedes virtuosos de lo ortodoxo?
¿Será que no pueden apreciar (sin ser cegados)
la densa y oscura sombra del que nació iluminado?

Es mejor construir un mundo (su mundo, mi mundo),
donde se embotelle al vacío a los que creen en fronteras.
Es mejor erigirse un mundo, (nuestro mundo),
donde a los homicidas de la creatividad se les corten las aletas.

Y es por eso que yo vivo en un mundo,
donde soy lo que me retrata un gesto de alegría el rostro,
donde las barreras no restringen mis límites,
donde mi vida es incendio, júbilo, alegría:
donde soy libre.

Sopa de pensamientos

|

La muletilla, el dicho, la rutina: repetir.
Ver que yo soy yo, y que eso no cambiará, en años (¿y si la reencarnación existe?).
Saber que un pedazo de papel mueve un mundo.
Que me cuenten y yo crea, que el universo es infinito, y los números, y mi mente.
Que hay gente muriendo de hambre, y ¿qué es la muerte?
Que soy 90% vacío.
Que hay mil dioses.
Que usted cree en alguno de esos dioses, o en ninguno, o en varios.
Que hay música.
Que hay genios.
Que hay mini-personas.
Que nos creamos un techo.
Que existe (o talvez no) una pantalla, dentro de un cerebro, dentro de una cabeza, que presenta, como en diapositivas, las ideas.
Que hay tantas cosas que no veo, no comprendo.
Que no puedo saber que va a pasar en el futuro, y ¿porqué no?
Que no me puedo devolver en el tiempo, y ¿porqué no?
Que éstos de aquí son garabatos, que sé hacer, y usted también y sé descifrar, y usted también, y transmiten incluso sentimientos.
Tener la certeza de que existo, siento, pienso, hablo y vivo (y creer que son casi lo mismo).
Que todo es subjetivo.

Del bus y la libertad

|


Iba en el bus, algo dormida, algo cansada, algo estresada y poco interesada en lo que ocurriera a mi alrededor, de igual forma noté que en el asiento de al lado iba una chiquita, talvez de unos 3 o 4 años. Era de esas chiquitas que tienen una increíble capacidad para hablar, para preguntar todo, para hacerle muecas a la gente de los asientos vecinos, pero especialmente para sonreír, característico de su edad. De pronto la chiquita se tiró un pedo, lo que me llamó la atención fue su reacción, tuvo muchísima vergüenza, se puso “roja” y empezó a reírse como en un intento de hacer menos pesada la atmósfera, pero… ¿realmente porqué le debía dar tanta vergüenza? Esto me hace pensar en la libertad como concepto, pero como yo percibo ese concepto.
Algo que me gusta mucho hacer es hablar con mis abuelos, antes (cuando aún se podía) lo hacía muy a menudo con mi bisabuelo, simplemente yo creo en eso de que los años pintan el mundo diferente.
Recuerdo la vez que dijo que la libertad era más que estar fuera o dentro de una celda, de una cárcel, y lo recuerdo porque son de ése tipo de cosas que no se olvidan nunca. Pues las ideas van madurando, yo tenía a lo sumo 9 años cuando lo oí… y ahora lo pienso diferente. Mi idea de libertad consiste en ser libre de tomar decisiones, de ser, de hacer y de pensar según lo que usted quiera, lo que considere apto, agradable o correcto, independientemente de lo que las personas a su alrededor piensen, digan y critiquen. Pongo el ejemplo de una señora, que una vez que asistí a un recital, porque no sé de que otra forma llamarle, ella bailaba y se movía según la música que se interpretara y lo hacía, con 70 personas presentes y lo hacía cerrando los ojos y con una sonrisa. No la conozco, pero en ése aspecto ella es libre, porque si le gusta la música y quiere expresarlo de esa manera, lo hace sin pensar en que las 70 cabezas debían estar cavilando lo desquiciada y loca que podía estar. Con eso también se me viene a la mente un personaje ficticio, para los que sepan algo de Harry Potter, Luna Lovegood, ella es libre, ella tiene sus ideas locas y confía plenamente en ellas, y las comparte sin ninguna vergüenza o sin pensar en lo que dirán. A mi me gusta aferrarme a mi idea de libertad, y realmente quisiera alcanzarla en algún momento de mi vida, porque en mi delirio cuando usted se libera de esas ataduras sociales que le dicen que no debe andar una tanga de vestido de baño en la cabeza porque es ridículo, usted llega a un punto en el que es capaz de muchísimas más cosas que la mayoría de los seres humanos, siendo a la vez feliz, algo así como mi nirvana. Por supuesto que eso no se logra de la noche a la mañana y si usted me dice que no le da vergüenza nada es completamente falso, así como si yo se lo digo también lo es, es algo así como decir que no le tiene miedo a nada, porque lastimosamente nacimos en un planeta Tierra en el cual en cada rincón crecemos con un puñado de reglas que están inmersas en nuestro quehacer cotidiano, que se asumen, que no se necesita decirlas y que cumplimos sólo por costumbre o por esa vergüenza que nos crean (o nos creamos). Obviamente mi gran idea de libertad tiene sus errores, supongo que usted ya los debe haber pensado. ¿Entonces si un violador cree que está correcto violar está bien porque está haciendo uso de su libertad? ¿O si un nazi cree que asesinar judíos está bien es libre porque lo hace? Obviamente a mi mente, como a la de todos, se le hace más difícil pensar en terrenos desconocidos. Yo personalmente nunca he tenido ninguna relación con un asesino (o al menos eso creo por el momento), ni tampoco he sido asesinada por un nazi, ni conozco a uno. Pero como en todo, creo en el equilibrio, entonces, el dominio de la función de mi idea de libertad contiene solamente lo que se encuentra en el medio de la línea ésa de vida, ésa que tiene extremos.

de pasados

|
Ya empieza a espinar esa dura ausencia,
el extrañar que no se conoce a menos que se sienta.
Ya empieza a doler el sentir el pasado (que se quiere presente)
tan lejos...

Ya empiezo a confundir mi yo,
con la persona que camina, come y respira;
y termino por saber que no soy,
pero siento.

Y es entonces cuando revivo recuerdos
que no son recuerdos, que nunca pasaron...
y me acuerdo de los que sí se dieron,
pero no pueden ser nombrados...

Porque es como cuando todo se ha ido
y vuelve.
Como cuando la vela se apaga
y espontáneamente se enciende.
Cuando la rosa está ya muerta
y revive.
Es cómo cuando esos ojos sonríen
y despierto.

AutoRetrato

|
Y sí, esa soy yo, la de la mirada perdida, la lágrima ahogada y la palabra vacía, la del pelo imposible, la de las mentiras perfectas, y las verdades calladas, la del lápiz y el cuaderno, la del intento, la del oscuro de ojos y pensamiento, la que ríe, grita, llora y calla, y se mantiene de igual manera con la inteligencia finjiendo.

La de un pensar interminable y un creer limitando con las fronteras de la razón, y que aún así sueña, fantasea y delira con las utopías que nacen de las prohibiciones.

Soy yo, la que vive en la irrealidad de sus ojos, la que se siente viva al escuchar un acorde y ser cómplice de una sonrisa.

La que guarda el secreto del crimen del cual fue la víctima, la que quiere decir tanto y tan poco.

Porque soy yo, la del suspiro, el parpadeo y el aroma. Y porque estoy aquí con el fin de cambiarle el matiz a esta historia. Porque soy, y estoy, y vivo. Y basta.

Estractos de Cordura

|

De lo absurdo viene lo concreto

Y de los sueños, los momentos.

Porque la imaginación, no es más que una predicción de futuro

Y en mi caso, la pretensión de aquella fantasía que no se ha cumplido aún.


He comenzado a digerir que todo lo que creí que era, YA NO ES.

Y que donde creí estaba sentada, me hizo caer.

Y que el futuro es hoy, y hoy es nada.

Porque así como todo es subjetivo, todo es incierto.


Hoy vivo de lo que como acá y allá,

De lo que escribo y leo y escucho,

De esos condimentos innecesarios que me regala la vida,

De los pellizcos, golpes y caídas

Y hasta de las mentiras.


Cuento para delante y para atrás,

Ya hasta brincándome los números e inventando nuevas sucesiones.

Cansada de repetir lo que antes me parecía importante.

Y de descubrir lo que ya he visto antes.


Camino el diapasón, coloreo mi entorno.

Beso tu aroma, soplo las ideas.

y le dejo el futuro, al 0.

Figurando imposibles.