Yo no quiero más navidades patrocinadas por VISA,
ni pantalones llenos de sangre,
ni regalos no correspondidos,
ni secretos, ni grasas, ni cupidos fallidos.
Yo mejor le vuelvo la cara a los espejos y me tapo los oídos.
Me escabullo usando el hueco ignorante.
Me caigo y no me levanto,
me siento del lado de la contraparte.
Famélica de risas y con amaneceres tardíos.
Botando hasta las canciones sin letra.
Lo fácil de deshacerse de las cosas
es que solo hay que apagar la luz y bajar la cadena.
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